Metodología es un vocablo generado a partir de tres palabras de origen griego:metà
(“más allá”), odòs (“camino”) y logos
(“ estudio”). El concepto hace referencia al plan de investigación que permite cumplir ciertos objetivos en el marco de una ciencia. Cabe resaltar que la metodología también puede ser aplicada en el
ámbito artístico, cuando se lleva a cabo una observación rigurosa. Por lo
tanto, puede entenderse a la metodología como el conjunto de procedimientos
que determinan una investigación de tipo científico o marcan el rumbo de una exposición doctrinal.
En el ámbito de las ciencias sociales, el recurso de la metodología se enfoca
en la realidad de una sociedad para arribar a una conclusión cierta y
contundente acerca de un episodio valiéndose de la observación y el trabajo práctico típico de toda ciencia.
Es importante la distinción entre el método
(nombre que recibe cada plan seleccionado para alcanzar un objetivo) y la metodología
(rama que estudia el método). El metodólogo no se dedica a analizar ni a
verificar conocimiento ya obtenido y aceptado por la ciencia: su
tarea es rastrear y adoptar estrategias válidas para incrementar dicho conocimiento.
La metodología es una pieza esencial de toda
investigación (método científico) que sigue a la propedéutica ya que permite
sistematizar los procedimientos y técnicas que se requieren para concretar el
desafío. Cabe aclarar que la propedéutica da nombre a la acumulación de
conocimientos y disciplinas que son necesarios para abordar
y entender cualquier materia. El término proviene del griego pró
(“antes”) y paideutikós (“referente a la
enseñanza”)
En otras palabras, la metodología es un
recurso concreto que deriva de una posición teórica y epistemológica,
para la selección de técnicas específicas de investigación. La metodología,
entonces, depende de los postulados que el investigador crea que son válidos,
ya que la acción metodológica será su herramienta para analizar la realidad
estudiada. La metodología para ser eficiente debe ser disciplinada y
sistemática y permitir un enfoque que permite analizar un problema en su
totalidad.
Dentro de una investigación pueden
desarrollarse muchas metodologías, pero todas ellas pueden encasillarse en dos
grandes grupos, la metodología de investigación cualitativa y
cuantitativa. La primera es la que permite acceder a la información a
través de la recolección de datos sobre variables, llegando a determinadas
conclusiones al comparar estadísticas; la segunda, realiza registros narrativos
sobre fenómenos investigados, dejando a un lado la cuantificación de datos y
obteniéndolos a través de entrevistas o técnicas no-numéricas, estudiando la
relación entre las variables que se obtuvieron a partir de la observación,
teniendo en cuenta por sobre todo los contextos y las situaciones que giran en
torno al problema estudiado.
Por otro lado, la metodología también puede
ser comparativa (analiza), descriptiva (expone) o normativa (valora). Para
saber si conviene utilizar un tipo de metodología u otro, el científico o investigador tiene que tener en cuenta un
conjunto de aspectos importantes. Algunas de las preguntas que debe hacerse
son: ¿qué resultados espera conseguir? ¿quiénes son los interesados en conocer
los resultados? ¿cuál es la naturaleza del proyecto?
Es imprescindible que el método empleado y la
teoría, que ofrece el marco donde se insertan los conocimientos, estén unidos
por la coherencia (el cómo y el qué deben ser coherentes entre sí); esto
significa que la metodología debe ser utilizada dentro de un marco
ideológico, un sistema de ideas coherentes que sean las encargadas de
explicar el para qué de la investigación.
Como ya lo hemos explicado, método y
metodología son cosas diferentes. El término método, también conocido como técnicas
de investigación, puede definirse como el camino para alcanzar a un
fin; en relación con la metodología consiste en los procedimientos que deben
llevarse a cabo para cumplir con lo estipulado por ella y obtener conclusiones
verídicas sobre el fenómeno o problema que se analiza. En otras palabras,
mientras que la metodología es lo que une al sujeto al objeto de conocimiento y
es imprescindible para conseguir el conocimiento científico, el método es el
camino o instrumento que nos lleva a él.
La metodología del entrenamiento
deportivo consiste en las reglas que deben cumplirse dentro de la
organización en la práctica de un deporte. Existen dos tipos de metodologías en
este campo: pluridisciplinar e integrada.
La metodología pluridisciplinar
es la que considera que el mejor rendimiento deportivo puede obtenerse a partir
de la suma de los diferentes elementos que intervienen tales como la técnica,
la táctica, y los aspectos físicos, psicológicos y visuales. Los fines se
consiguen a partir de ejercicios claros y seguros.
La metodología integrada se
encuentra basada en la práctica deportiva, y considera que las habilidades
técnico-tácticas, físicas, psicológicas y visuales están íntimamente ligadas.
En esa metodología se busca integración y combinación entre todos los
elementos, pero se presta una mayor atención a la técnica y la táctica.
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